

En un lejano campo en Manizales, había una mamá sapo que vivía en el pasto con sus tres hijos.
Todos los días, la mamá sapo alía a buscar comida para su familia.
La mamá sapo siempre le advertía a sus hijos: "¡No salgan mientras estoy afuera!".
Pero el sapito más pequeño quería saber a dónde se había ido la mamá para encontrar comida.
Un día, cuando mamá sapo estaba lejos, sapito salió al mundo.
Sapito conoció a Vaca. Ella preguntó: "¿Qué comes?" mugió la vaca: "yo como heno y pasto".
"¿Dónde puedo encontrar eso?" preguntó Sapito. "Sigue por este camino" respondió la vaca.
Sapito se encontró a Cerdo. Ella preguntó, "¿qué comes?" el Cerdo ronco: "yo como vegetales y papilla".
"¿Dónde puedo encontrar eso?" preguntó Sapito. "Sigue por este camino" respondió el Cerdo.
Sapito se encontró con Gato. Ella pregunto: "¿Qué comes?", el gato maulló: "Yo como carne".
"¿Dónde puedo encontrar?" preguntó Sapito. "Sigue por este camino" respondió el Gato.
Sapito conoció a Serpiente.
"¿Qué comes?" preguntó ella.
"Yo como sapos" siseó Serpiente.
Sapito saltó alto al aire.
Ella saltó lo más rápido que pudo todo el camino de regreso a su casa.
Sapito no miró hacía atrás.

