Había un gran constructor en el pueblo de Condoto.
Él construyó muchas de las casas en el pueblo.
Pero él estaba durmiendo en una mala casa.
La gente le preguntaba por su casa todos los días. "No se preocupen, tengo un plan", respondía el constructor todos los días.
Ahorro su dinero y se compró ladrillos.
Luego compro arena, cemento, hojas de hierro y clavos.
Poco a poco se fue construyendo una gran y hermosa casa.
Sus amigos se alegraron al ver su nueva casa.
Se preparó para una fiesta e invito a todo el mundo. Ellos comieron y tomaron.
Luego bailaron.
El constructor recibió muchos regalos para su nueva casa.
Ahora, el constructor del pueblo de Condoto duerme en una buena casa.